Como comentábamos en nuestro anterior post, la unidad de tarificación más habitual que se utiliza para presupuestar una traducción es la palabra. Esta unidad se impone cada vez más en el mercado debido a la utilización de programas de traducción asistida por ordenador (TAO), los cuales utilizan la palabra como base para analizar el volumen de un texto y el grado de repetitividad interno en relación con el resto de documentos del encargo de traducción o respecto a traducciones realizadas con anterioridad del mismo tema o del mismo cliente. Cuando se utilizan programas TAO para analizar y presupuestar un texto, la unidad de tarificación más comúnmente utilizada es la palabra origen.
Sin embargo, existen otras unidades igualmente válidas en función del tipo de servicio de traducción. Así, por ejemplo, las revisiones suelen facturarse por horas o por páginas, y en algunos países como Alemania es la línea la unidad de tarificación más habitual (aunque como decíamos está dando paso a la palabra a medida que se extiende el uso de herramientas TAO).
Cuando hablamos de línea no nos referimos a la línea que pueda aparecer en un papel o en la pantalla del ordenador, o a una línea estándar de 8, 9 o 10 palabras como a menudo se utiliza para los presupuestos de traducción (es un cálculo muy poco exacto que no refleja el volumen real del texto). Cuando hablamos de línea nos referimos a una línea estándar o normalizada que suele constar de 50, 53 o 55 caracteres, según el país. Así, para calcular las líneas de un texto electrónico utilizaremos la opción de «Contar palabras» del procesador de texto correspondiente y miraremos el total de «Caracteres (con espacios)». A continuación, dividiremos este total entre 55 (línea normalizada DIN, la más habitual) y tendremos el número de líneas del texto. Y sí: los espacios se cobran, porque la barra de espacio se pulsa igual que se pulsa una «a» o una «t».
El cálculo por caracteres es el más exacto de todos los que existen a la hora de presupuestar una traducción y permite además mantener el mismo precio por línea para el texto origen o destino, español o alemán (la desviación máxima es de un 3-5%, comparado con el 20-30% del cálculo por palabra). Esto es así porque el carácter es la unidad más pequeña de un texto, y cuanto más pequeña más exacta. Tendríamos así, de menor a mayor exactitud: página, línea, palabra, carácter.
Lo importante, en todo caso, a la hora de comparar presupuestos de traducción y tarifas es que las empresas correspondientes utilicen la misma unidad de tarificación para presentar su oferta. Si no es así, no dude en establecer usted como cliente la unidad en la que desea obtener el presupuesto.